Breve crónica del viaje gastronómico a Madrid

Sábado, 30 de octubre
A las 9:36 tomamos el tren rumbo a Madrid Víctor, Lola, Pascu, Juani, Victoria y Pedro, tren que nos deja a las 14:00 en Atocha, donde nos esperan Ana y la lluvia. De allí nos dirigimos a Lavapiés, donde se alojarán Víctor, Lola y Pedro en el artístico apartamento que, en una corrala, tiene el hermano de Pedro. Dejamos allí todas las maletas y nos vamos a comer a un restaurante indio llamado Baisakhi, primer homenaje del viaje. Tras la comida damos un paseo por la plaza Mayor, el mercado de San Miguel y la puerta del Sol antes de que Pascu, Juani y Victoria recojan sus maletas y se vayan con Ana a su casa, donde van a alojarse.

Entre llegar a casa de Ana, instalarse y acicalarse, se hacen casi las 11:00 de la noche para arrejuntarnos todos en la Vinoteca, un restaurante enológico (o sea, con carta de vinos) en el barrio de Chueca, donde tenemos el segundo homenaje del viaje. A la Vinoteca se acerca una amiga de Ana de cuyo nombre no logro acordarme. Una vez cenados, nos vamos de marcha por bares techno-funkys de Chueca (más techno que funkys...) lo que, para una noche de pre-Halloween, es un plan bastante original. Salimos de los bares a eso de las 3:00 y, por esas cosas mágicas que tienen los viajes, cogemos los taxis para volver a los pisos a las 2:00.

Domingo, 31 de octubre
Quedamos a desayunar por La Latina en una mañana ventosa con ocasionales chispeos y luego damos una vuelta por el Rastro, antes de buscar por Ópera un restaurante griego (Delfos) en el que nos damos el tercer homenaje del viaje y nos quedamos con las ganas de probar un postre llamado putingas.

Como ayer, tras la comida toca el paseo turístico, en esta ocasión el Palacio Real, la Plaza de España, la Gran Vía (donde compramos el rajobillete de lotería de Navidad que nos va a hacer millonarios en pocas semanas) y Fuencarral. Aquí paramos a matar el gusanillo en una tetería, donde rajamos largo y tendido, sobre todo de los ausentes, como establecen las normas del reino. Así que ya lo sabéis, queridos rajoterapeutas, no faltéis a los próximos viajes u os pitarán los oídos.

De la tetería nos vamos a cenar a un Vip's de Fuencarral, al que se acercan due amice di Ana, i cuoi nomi non mi ricordo. Una vez cenados, nos vamos a un concierto de blues en un bar llamado El Junco (situado por Alonso Martínez) lo que, para una noche de Halloween, es un plan bastante original.

Lunes, 1 de noviembre
Cada subgrupo desayuna por su cuenta y nos juntamos en Atocha. Antes, Víctor, Lola y Pedro se despiden del metro dando una pequeña tourneé subterránea por Madrid, por supuesto totalmente prevista. Dejamos las maletas en consigna antes de dar un paseo aprovechando el día soleado que ha salido, damos una vuelta por el paseo del Prado, el Caixafórum, la Galería de Cristal del Palacio de Comunicaciones y el Retiro antes de irnos a comer a un italiano.

Tras la comida el primer turno (Victoria y Pedro) se vuelve a Atocha mientras el segundo (Víctor, Lola, Pascu y Juani) siguen un rato más con Ana, yendo al edificio del Círculo de Bellas Artes (calle Alcalá) y disfrutando de una estupenda vista de Madrid desde la terraza (2 euros mediante) para acabar la ruta en el café Central (plaza de Santa Ana). En esa terraza se tomó la foto en la que quedó claro cuál será uno de los próximos viajes...

El primer turno vuelve a Murcia en preferente, saliendo de Atocha a las 16:30 y llegando a Murcia a las 20:45, mientras que la realeza, tan sencilla y cercana ella, vuelve en clase turista saliendo de Atocha a las 19:00 y llegando a Murcia a las 23:30.

Madrid 2010