miércoles, 23 de diciembre de 2009

Tradicional subida a Revolcadores

Como viene siendo habitual, el sábado 12 de Diciembre, Javi, Pepe, Ignacio, Mati, Antonio, David, Cristina y el que os escribre, afrontamos la "temible" subida al pico más alto de la Región de Murcia, el Obispo.
Partimos de Inazares a las 10:00 am, el día se presentaba bueno, sin demasiado frio y con el sol en todo lo alto. Iniciamos la subida a buen ritmo; tanto, que pronto llegamos al pino de Mati, conocido así porque fue aqui donde Mati comenzó a acusar los síntomas del mal de altura el año anterior. Continuamos por la senda, perfectamente visible al no haber nieve, hasta que alcanzamos el primer collado, punto donde hicimos la primera parada para bajar las pulsaciones un poquito.
Seguimos por la umbría encontrando los primeros neveros que, aunque pequeños, nos recordaron el tremendo esfuerzo que tuvimos que hacer el año pasado para hollar la cima. Pronto llegamos al segundo collado, desde donde se puede apreciar ya el pico si el día acompaña, comenzamos el descenso previo a la última subida encontrado sin demasiado esfuerzo la piedra de Antonio, conocida así porque fue ahí donde casi le tenemos que amputar los pies el año pasado, aunque gracias a la afición que tenemos a los capítulos de Bricomanía, El último superviviente y por supuesto Desafío Extremos, pudimos descongelarselos.
En poco menos de 2 horas estábamos en la cima de El Obispo 2015m donde nos echamos las fotos de rigor; puesto que íbamos bien de tiempo, decidimos acercarnos al pico vecino de Revolcadores 2001m al que llegamos en menos de 15 minutos. Fue aquí donde nos pegamos el aperitivo con la tradicional bolsa de patatas de Mati.
Comenzamos el descenso monte a través hasta alcanzar la pista que nos conduciría a Inzarares en menos de 2 horas.
Una vez en Inazares, se unieron a los expedicionarios, el pelotón de avituallamiento, Lola, Susana, Rafi, Juani y los 2 machos alfa que guiaban la manada, Pascu y Pedro. Degustamos las viandas del restaurante El Nogal, y conocimos la especialidad de la casa, el solomillo de cerdo, también conocido como la pechuga de Pollo-Cerdo.
Finalizamos el día en casa de los reyes criticando, como es habitual, a los ausentes.
Os dejo algunas fotos de la excursión y algunos datos de la ruta realizada
Distancia 14,11 Km
Velocidad media 3,14 Km/h
Desnivel acumulado 786 metros
Calorias consumidas 734 Kcal (a las que hay que descontar las 1500 de la comida).






lunes, 14 de diciembre de 2009

Breve crónica del viaje a Campillos Paravientos

Viernes, 4 de diciembre
Viaje hasta Campillos Paravientos en dos turnos y tres coches, en los que, encajados cual piezas de Tetris, viajamos 12 personas, sus correspondientes maletas y las provisiones de un regimiento. Y a la vuelta seremos una más, que Bea ya está en Campillo Paravientos, habrá que gastar toda la comida.

Sábado, 5 de diciembre
Desayuno no apto para personas a dieta, seguido de visita al castillo de Moya así como al pueblo de Cañete. Comida pantagruélica en el restaurante "La Muralla" y subida al castillo de Cañete para gastar calorías.
De vuelta a casa conocemos a tres simpáticas chicas del pueblo, la Vane (rubia), la Dorothy (morena) y la Deborah (pelirroja), lástima que no todos estuviéramos cuando nos visitaron, tres del grupo se quedaron sin verlas.

Domingo, 6 de diciembre
Desayuno no apto para personas a dieta, seguido de visita a Albarracín, bonito pueblo de la geografía española en el que, tras subir al castillo, tapeamos ligeramente. Esto nos obliga a tomar una opípara cena de vuelta a la casa, donde tenemos una antológica sesión de rajoterapia, sólo faltaba la sintonía de "Aquellos maravillosos años" pero en versión "Psicosis".

Lunes, 7 de diciembre
Desayuno no apto para personas a dieta, tras el que nos vamos a Cuenca a pasar el día, ciudad que nos gusta de día y nos encanta de noche. Comida-merienda pantagruélica en un restaurante a las afueras de Cuenca, de cuyo nombre no logro acordarme.

Martes, 8 de diciembre
Desayuno no apto para personas a dieta, tras el que nos vamos de excursión por los alrededores del pueblo, vemos una torca (es decir, una depresión circular con bordes escarpados en un terreno) y, para reponer fuerzas, tenemos una barbacoa pantagruélica.
Pese a nuestros ímprobos esfuerzos no hemos logrado acabar con todas las provisiones, así que, antes de partir rumbo al hogar, nos juramentamos para rematar los víveres en una pantagruélica, opípara "cena de restos", no apta para personas a dieta.

Qué bonito es viajar y conocer otros paisajes, admirar monumentos, disfrutar de otros climas. Porque eso es todo lo que hemos hecho este viaje, creo que ha quedado claro.

Rajoterapia en Campillos Paravientos (fotos de Pedro)
Campillos Paravientos - Público - Diciembre 2009