No está bien, queridos rajoamiguitos, dejar las cosas a medias, la ropa sin planchar, la temporada senderista sin relatar.
Como este humilde cronista no pudo asistir a la excursión que unos cuantos hicísteis el ya lejano 11 de enero y tuve que conformarme con apuntarme a la comida navideña retrasada celebrada ese mismo día, mi crónica será minimalista, un haiku:
Todos andando
del Garruchal a La Luz,
bajo la lluvia.
Pues eso.
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