lunes, 28 de mayo de 2012

El Relojero y la muralla de Ki(ng)-Ko(ng)


¿A qué no sabes dónde he vuelto hoy? Donde solíamos triscar.  Pero no fue nada fácil llegar a la ermita de la Luz, donde en teoría empezaba la excursión a las 9:15. Al menos uno de los coches (en el que viajaban Victoria, Juan Ignacio y Pedro) tuvo que sortear a los amables lugareños de La Alberca que insistían en dirigirlos a la ermita del Carmen o, en su defecto, al Santuario de la Fuensanta. Total, puestos a rezar por la salvación del CB Murcia, igual da una ermita que otra, para qué ir al santuario de La Luz.

No obstante, gracias al maravilloso sentido de la orientación de Pedro ("pues será por allí... o quizás por allá"), a la memoria fotográfica de Victoria ("por aquí ya hemos pasado lo menos dos veces") y a los atinados consejos de Juan Ignacio ("esto en Cartagena no pasa, allí todas las calles son ortogonales entre sí, no como estos laberintos murcianos"), a las 9:30 pudo empezar la excursión con los ya citados más Víctor, Raúl, Miguel D, Isa, Javi R, Fran Frutos y Antonio.

La primera subida nos lleva, tras un rato de sufrimiento que reduce al mínimo la charla, al mirador desde el que se contempla toda la Huerta del Segura, donde ríe una huertana, hasta que llega a la caja de IKEA y se da cuenta de que ha perdido su tarjeta IKEA Family. Así que, como buenos benefactores que somos del mundo mundial, nos dirigimos hacia el Relojero, buscando (y encontrando) la susodicha tarjeta.





Una vez allí nos dirigimos hacia la que creíamos que era la muralla de King-Kong y que resultó ser ... ¡la muralla de Kiko! En su cumbre definimos un nuevo rajotérmino, el "factor H", que hace referencia a aquellos temas ante los que uno se queda mudo y sin palabras.




Tras una parada de avituallamiento a la sombra de unos pinos, tomando pistachos y departiendo sobre geopolítica austral (planteando, entre otras cosas, la nacionalización de Higuaín y Messi), decidimos bajar por una rambla por la que hemos visto subir casi silbando a dos tipos que a posteriori sospechamos que se trataba de dos elfos, porque desde luego la bajada no era trivial, es el récord de bajada en cuclillas (hablando en plata, bajada arrastraculos) de una rajoexcursión, por lo menos bajamos así 50 o 100 kilómetros. Hay que mencionar el aplomo y la serenidad que Fran Frutos transmitió a Antonio, evitando que acabara besando un árbol. Además, Antonio ha prometido hacer examen de conciencia y no venir a excursiones de montaña con zapatillas deportivas y pantalones de chándal de una talla superior a la suya. Que la excursión no era rajolight...

Al llegar al final de la bajada exclamamos voz en grito "¡No más resbalón!", pues, tras la misma ya sólo nos quedaba un rato de paseo por el arcén de la carretera hasta La Charca, donde la mayoría (todos, salvo Víctor, Raúl y Miguel D) a las 14:30 tomamos un P.I.C.N.I.C. con Irene, Miguel y Ana M mientras los jóvenes y treintañeros inmaduros se preparan para volver al festival indie local...

Muralla de King King - Público

Debido a problemas con el GPS no se pudo trazar la excursión.

3 comentarios:

javi dijo...

Muy buena la crónica sobre er Zi(g)-Za(g), digo er Ki(n)-Ko(n), y muy currada la selección musical, sobre todo el P.I.C.N.I.C. - S.E.C.R.E.T.o.
No conocía a los Delorentos. Son buenos, la verdad es que después de ver el vídeo no me extraña que causen estragos en las chicas. GLUP!!!

Sir Peter dijo...

Grqcias, Javi. La pena es que he redactado la crónica tiempo después de la excursión y se me ha olvidado buena parte de lo que rajamos.

Delorentos fue el descubrimiento del festival, al menos para mí. Aunque yo del vídeo no deduzco que causen estragos entre las chicas...

Por cierto, estupendas fotos.

Anónimo dijo...

Ya os vale, estropear un sitio tan maravilloso como la muralla de King Kong con la foto de un muchacho tan horripilante.