Itinerario:
Hacia la derecha, la cala está cerrada por una pequeña elevación de esquistos, rocas oscuras, donde se ve claramente el camino. Muy pegado al mar se va bordeando el cerro del Atalayón. En el paseo hay que tener cuidado con algunos pozos abiertos, restos de antiguas minas. Después del saliente rocoso que se adentra en el mar, Punta Espada, existe una playa de arena bastante solitaria para tomar un buen baño. Se puede seguir pegado a la costa hacia otra cala, Punta Negra, donde la roca ha sido erosionada por el mar, dando bellas formas. Ahora la ruta se separa del mar para adentrarse en el Paraje Regional de Calblanque, una zona privilegiada del litoral murciano, con valores naturales singulares, increíblemente rico en especies de fauna y flora. En los llanos que se van recorriendo sobresale de vez en cuando el perfil de alguna palmera. Se desemboca en las salinas del Rasall, lugar de hábitat de numerosas aves como el chorlitejo y el tarro blanco. Alrededor, los suelos salinos ofrecen cobijo a especies vegetales capaces de soportar estas condiciones, resultando un paisaje de indudable atractivo.
El camino discurre por el Parque Regional de Calblanque, siguiendo los acantilados rocosos de la costa.
Acceso:
En Cartagena se toma la carretera que conduce a La Manga del Mar Menor y se sigue en dirección a Cabo de Palos. Un desvío indica la entrada a Calarreona. El itinerario propuesto forma parte de un sendero de pequeño recorrido, que se puede seguir fácilmente observando las señales en blanco y amarillo.
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