sábado, 28 de mayo de 2011

Subida nocturna a la sierra del Carche

Un temerario grupo de rajoterapistas (compuesto por Pepe, Ángeles, Paqui, Victoria, Víctor, Juan Ignacio, Andrés y Pedro) se reúne en casa de Víctor a las 17:30 de un viernes 13 de mayo con intención de realizar en la sierra del Carche la excursión nocturna de la temporada.

La ruta como tal empieza a las 18:30, tras recorrer un camino no asfaltado de pocos kilómetros con el que se estrena en los rallies un C4 recién adquirido por uno de los excursionistas. La ruta transcurre cómoda por una pista forestal, salvo un par de atajos, el primero situado al lado de una casa abandonada y el segundo de un gran desnivel y que nos hace sudar de lo lindo (y ahorrarnos bastante tiempo en la subida, todo sea dicho). Llegamos a la cima un par de horas después de salir, desde la misma se ven los pueblos de la comarca (Jumilla, Yecla, Pinoso y sus fiestas). Al llegar al refugio vemos una bandada de cuervos volando detrás de la cima gemela, pero no hay motivo para asustarse. Es lo habitual en el anochecer. Claro.

Dentro del refugio encontramos un cuchillo clavado en la pared. Decidimos cenar fuera del mismo, pero no por nada, sino para disfrutar de la puesta de sol. Algún excursionista se lo habrá dejado olvidado. Son cosas que pasan. Claro.

A las 21:30 iniciamos la bajada, sin esperar a que anochezca del todo, pero es porque empieza a hacer un poco de frío en la cumbre. Lo curioso es que las ráfagas de frío van y vienen durante toda la bajada. Será un efecto del microclima del altiplano, no hay de qué sorprenderse. Y las luces extrañas que vemos en las fotos que nos hacemos son claramente un efecto retardado del flash de las cámaras de fotos. Aunque es raro que el flash se haya disparado estando desactivado.

Curiosamente, tardamos lo mismo para la bajada que para la subida, un par de horas, pese a ser bastante más larga la vuelta, aquí no hacemos ningún atajo, pasar a estas horas al lado de la casa abandonada no es aconsejable. Por no tropezar con los cascotes sueltos, claro.

La luna, aunque no está llena, ilumina bastante y las linternas hacen el resto. En el fondo es tranquilizador que no sea llena, así estamos seguros de que la sombra que vemos moverse entre los árboles no es un hombre-lobo, como mucho será un hombre-peludo. Esta última frase es broma, todos sabemos que los hombres-lobos no existen. Son sólo cuentos para asustar a los niños. Claro.

A punto de llegar a los coches, las muñecas diabólicas del marquesado de Nonduermas toman posesión (temporal) de Pepe y Ángeles que iban algo adelantados y se esconden para darnos un sustito a los demás. Por supuesto, nadie grita ni salta despavorido, lo nuestro siempre ha sido la sangre fría.

La llegada a los coches a las 23:30 es toda una bendición y arreamos para casita, guardando en los maleteros las ristras de ajo y balas de plata que algún despistado había metido en las mochilas. Por siaca.

Subida nocturna al Carche (fotos de Pedro) - Público


Subida noctura al Carche (Fotos de Víctor) - Público


Los datos estadísticos son:
Distancia 16,50 Km
Desnivel acumulado 730 metros
Tiempo empleado 4,00 horas de ruta
KCalorías consumidas 1100
Velocidad media 4,2 Km/h

El track de la ruta está disponible en el enlace http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1683075

El perfil de la excursión es el siguiente:

Y el mapa de la zona donde está la excursión así como la ruta seguida es: