sábado, 29 de mayo de 2010

Suave subida a la batería de costa de las Cenizas

Una llamada al centro de emergencias RT nos alertó: El gigantesco reloj de agujas que los mayas habían instalado en el monte de las Cenizas y que marca la cuenta atrás hasta la fecha del fin de mundo se había parado. ¿Qué sería de los productores de películas catastrofistas, de los lectores del tarot y de las compañías de seguros si no existiera la amenaza del Fin del Mundo Mundial?

Así que el pasado domingo 23 de mayo, un grupito de expertos en relojería, predicciones ocultistas y colombofilia (nunca se sabe qué conocimientos pueden hacer falta en una excursión digo misión de estas características) comenzamos nuestra misión a eso de las diez de la mañana en la bahía de Portmán por los restos de una calzada que los romanos pusieron para llegar cómodamente al reloj de agujas del monte de las Cenizas. En media hora llegamos al inicio de la subida al monte, otro cómodo paseo que, en tres cuartos de hora y siempre bajo la sombra de los árboles, nos llevó hasta el Templo que los Guerreros Blancos hábilmente disimularon como una batería de costa, haciendo creer a los ingenuos que las gigantescas aguja del reloj son cañones.

Una vez allí, sorteamos a los peligrosos opilones que protegían el almacén de "Repuestos", y encontramos las ruedecillas necesarias para reactivar el reloj. Como siempre, los detalles de la reparación son datos confidenciales que sólo podrán hacerse púbicos digo públicos dentro de 69 años.

Tras ello, iniciamos la bajada, que tiene un tramo al principio levemente deslizante pero que salvamos sin dificultad, para llegar a los coches a las 13:00, una excursión digo misión milimétricamente calculada.

Aunque no hay mayor recompensa que la del deber cumplido, a nadie le amarga un dulce, así que aprovechamos la cercanía de cabo de Palos para visitar su faro y luego tomar un caldero con los compañeros que se quedaron guardando la retaguardia sufriendo a la sombra y con una cervecita fría en la mano. Pobrecillos.

¡Toltecas y murcianos,
tranquilos, estáis en buenas manos!

Subida a la batería de costa de las Cenizas