miércoles, 27 de febrero de 2013

Subida a Columbares

A eso de la 9:00 de la mañana se reúne al lado del auditorio de Algezares un variopinto grupo formado por un Cabrero, Clark Kent, un Moruno, Victoria, Pepe, Ángeles, Juan Ignacio y Toni, amigo de Pepe. Entre juntarse y dirigirse al punto de salida de la excursión (cerca de la venta de la sierra del Garruchal) pasa media hora larga, tras la que iniciamos la subida a Columbares, el monte más alto del municipio de Murcia (llamarlo montaña sería demasiado decir).

La excursión comienza con un repecho duro que subimos a ritmo infernal, por aquello de que nadie se atreve a ser el primero en pedir aire, menos mal que con él hemos consumido casi todo el desnivel de la excursión. El resto del tiempo lo pasaremos con un continuo rompepiernas, subiendo y bajando pequeñas lomas que nos obligan a un par de paradas fotográficas en las que rematamos los turrones que teníamos por casa tras las fiestas, como marca la tradición en la primera rajoexcursión postnavideña.

Poco antes de llegar a la cumbre vemos los restos de una cabra fenecida, lo que nos hace desconfiar ligeramente del guía Cabrero, que insiste en que subamos por un pequeño desfiladero "muy facilito" para llegar al pico. Contra todo pronóstico, realmente lo es y a eso del mediodía nos juntamos para la foto de la cumbre en la que, ¡oh, sorpresa!, la mayoría de los rajoexcursionistas son reemplazados por un grupo al que nadie vio subir, compuesto por La Fotógrafa, Simawoman, el Cabrero (éste repite), el Moruno Enmascarado, la Marquesita Real, Pepé Noel, el Rey de su Castillo y Blue Demon.

Tras el merecido tentempié contemplando el paisaje (se divisa hasta el Mar Menor) iniciamos la vuelta, que transcurre cómodamente (si exceptuamos el viento) por un sendero que nos lleva hasta la Venta del Garruchal, donde tenemos un pequeño rajohomenaje hacia las 14:30, tras 11 Km de excursión. Durante la comida se planifica el resto de la mini temporada (petite saison, en francés), que muy pronto se avisará en éste su blog favorito.

Como aperitivo a la siguiente excursión, volvemos a los coches por un atajo de un kilómetro, en vez de volver de forma sosa (es decir, por la carretera).

Columbares - Fotos de Pedro (Público)